Vayamos con cifras. En 2019 un total de 29,46 millones de coches circulaban en España, lo que suponía un 2,2% por encima de 2018. Por otro lado, cerca de 11.6000 gasolineras se repartían por todo el territorio español para dar cobertura a todos esos vehículos; esto es cada gasolinera debe cubrir la demanda de más de 2500 coches. A su favor, en apenas 6 minutos hemos podido repostar y pagar, al margen de la gran autonomía que cada vez prestan los coches (muchos de ellos por encima de los 800 km por depósito). ¿Y por qué este baile de cifras? Sigamos.
La implantación del coche eléctrico corre muy muy despacio y el total de vehículos eléctricos es casi simbólico. Vayamos ahora con las relativas a los coches eléctricos: En España sólo hay 25.000 coches eléctricos y -según Electromaps- existen 7.821 puntos de recarga de uso público, de los cuales la mayor parte se encuentra en Barcelona (949), Madrid (803) y Valencia (340). Por tomar referencias, el ranking en Europa lo lidera Países Bajos con 28.786 puntos, Francia, le sigue con 12.081 y Alemania con 9.853. El problema, como ya es sabido, es la mayor cantidad de tiempo que lleva recargar las baterías de un coche eléctrico (aunque sólo sea al 70%) -que nos puede llevar en puntos de carga ultrarápida no menos de 30 minutos- amén de la autonomía de estos coches, la cual varía entre invierno y verano así como los modos de conducción.
Hecha esta presentación a base de números, la realidad es que el coche eléctrico poco a poco se irá imponiendo pero sólo cuando -obviamente- se haya cubierto la principal necesidad para los usuarios de estos vehículos: disponer de estaciones de carga, a poder ser, ultrarrápidas. Así, y entre otras consideraciones, y al igual que se aprobó hace unos años la instalación de placas solares en las comunidades de vecinos, debería ser obligatoria la instalación de puntos de carga en los parkings privados. Más allá de un plus que nos permita diferenciar la vivienda (y aumentar su valor), facilitará que cientos de personas disfruten de una mayor autonomía de su coche eléctrico. Además, Galicia cuenta con un mayor porcentaje de viviendas unifamiliares incluso en sus áreas urbanas -como por ejemplo Vigo- lo cual permite un mayor despliegue e instalación de puntos de recarga en muchas viviendas residenciales. El handicap está en intentar recorrer nuestra geografía desde Vigo hasta Barcelona o desde Madrid a Cádiz, lo cual obligaría a varias recargas e invertir una gran cantidad de tiempo.
Así, poco a poco se están desarrollando diversas iniciativas que permitan esa carga ultrarrápida. Una de las últimas ha sido la liderada por EndesaX y Eysa que –en Madrid- construirán la mayor electrolinera de carga ultrarrápida de España, permitiendo, a través de diez estaciones dobles de recarga ultrarrápida de 150 kW recargar el 80% de las baterías de 20 vehículos de manera simultánea y en aproximadamente 10 minutos.
Sin embargo, es obvio pensar que la red de electrolineras deberá extenderse por todo el territorio español, por todas las comunidades autónomas con distancias entre ambas similares a las que pueda haber entre gasolineras de una misma compañía.
La experiencia y especialización que ofrece COTPA desde hace más de 20 años en el desarrollo de naves industriales, frigoríficas y empresas de distribución y logística punteras a nivel global permite desarrollar electrolineras con las máximas garantías de cara a un funcionamiento sin sobresaltos. Como especialistas en desarrollar soluciones industriales llave en mano, COTPA es el partner estratégico para implantar una red de electrolineras tanto en España como en cualquier país de la UE.
Dentro de muy pocos años nos habituaremos a “cargar” el coche al igual que hoy mantenemos esa “dependencia” con otros dispositivos como el teléfono móvil; y lo podremos hacer cómodamente desde nuestra vivienda, con centenares de puestos en centros comerciales e –incluso- cada vez que aparquemos en la calle.