Hace unas semanas mencionábamos en nuestras redes sociales la influencia de la arquitectura de interiores en la captación de clientes para los negocios. Quizás a priori podríamos pensar que trabajar sobre este aspecto es algo “exclusivo” –por su carácter aparentemente excepcional que no por el coste- de ciertas empresas en sectores productivos muy concretos. Desmontamos esta tesis cuando vemos cómo colegas nuestros como José Picó se dedican a ello (con notable éxito) en empresas de educación (colegios). ¿Sabes cuáles son las empresas que mayor rédito obtienen de esta mejora en la arquitectura de interiores? Precisamente aquellas en las que el cliente final entra, ocupa y usa las instalaciones: el pequeño comercio. ¿Te gustaría ver uno de nuestros últimos diseños y que, por cierto, ha sido premiado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG)?
Señalábamos anteriormente el crucial papel que puede jugar determinada arquitectura de interiores en –por ejemplo- un colegio, donde la luz debe cobrar un valor especial, con aulas suficientemente luminosas y, como apuntan determinados expertos en Educación, “se convierta a cada espacio en un lugar para el aprendizaje”. Así las cosas los pequeños negocios locales deben reinventarse para que la “experiencia de usuario” del cliente sea lo más satisfactoria posible. Parece una obviedad que cuando una persona se adentra en una tienda, centre el valor de su compra en el bien adquirido. Sin embargo, entran en juego otra serie de factores que inclinarán la balanza a que dicho cliente vuelva otra vez, recomiende el sitio a sus familiares y amigos, emplee las redes sociales para hacer publicidad de la misma. ¿Y cuáles son esos factores? Por supuesto, la atención que recibamos de los dependientes; quizás sea éste el primero en el que nos fijemos. A renglón seguido, aquello que se ve: limpieza, calidad del producto, la decoración del local…Y aquí es donde esa arquitectura de interiores desempeña una tarea fundamental: saber dotar de la luz necesaria y suficiente a un espacio en función del producto que comercializa; integrar adecuadamente los materiales constructivos típicos de la zona (La Guiness storehouse no es casualidad que emplee ladrillos envejecidos de cara vista; es la seña de identidad tanto de Guiness como de las viejas casas de Dublín).
En definitiva, cuidar todos estos detalles permitirá desarrollar un proyecto de arquitectura orientado a una mejor captación de clientes. Una de las últimas apuestas de COTPA fue la Heladería Bico de Xeado, en la pontevedresa localidad de Baiona, y cuyos interiores rezuman calidad y luminosidad sin perder de vista dos elementos claves de la arquitectura tradicional gallega: la piedra y la madera.
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Hemos contado con Tini Patiño, responsable de la supervisión del proyecto de Bico de Xeado en Baiona, heladería que obtuvo el premio Gran de Área de 2016, concedido por las delegaciones de Pontevedra y Vigo del COAG. Otra heladería del grupo (Ourense) también obtuvo al año siguiente (2017) el mismo galardón.
¿Cómo ha influido el diseño de la obra en el acceso y entrada de clientes?
En este caso el diseño arquitectónico solamente trata de acompañar al producto, que realmente es el mayor atractivo y que hace la gente acceda al local. Al margen de eso nuestros diseños tratan de resultar estimulantes y de transmitir valores compatibles con la marca y los productos a la venta e incentivar una primera visita. El diseño trastoca los principios iniciales de una heladería que consistiría en mostrar el producto de manera obsesiva. En lugar de eso en nuestras tiendas no se ve hasta que prácticamente se tiene en la mano. Quizá esa función se hace con arquitectura y no con una imagen explícita.
La heladería presenta espacios diáfanos donde combina piedra y madera, ¿por qué optaron por estos materiales como elementos principales?
La madera es el elemento vertebrador de todos los proyectos de reforma, al tratarse de un material que se puede asimilar con cierta inmediatez a los valores de la marca: origen local, alta calidad, sostenibilidad y permitir afrontar diferentes retos formales por su textura, fácil trabajo y variedad de formatos. Respecto a la piedra y como decía en una respuesta anterior, el proyecto trata de obtener un máximo rendimiento sacando el máximo provecho de los recursos disponibles; y, en este caso, la piedra existente en el local era el elemento que otorgaba carácter al espacio.
El proyecto de la heladería se alzó con el primer premio por el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia en la categoría de Reforma y Arquitectura Interior ¿Qué aspectos tuvo en cuenta el jurado para otorgar a COTPA dicho galardón?
Al margen de eso creo que se valora la exploración formal y material en nuestro proyecto, en una categoría con muchas y muy buenas propuestas, dado que el contexto actual de crisis ha dado lugar a una masiva presencia de arquitectos en el ámbito de la reforma y la arquitectura interior.
Autor imágenes Heladería: SANTOS DÍEZ